Rosca de reyes trenzada

Preparación

Para preparar la mermelada; poner a cocer las zarzamoras bien lavadas con el azúcar en una olla honda pequeña sin dejar de menear con una cuchara de madera durante aproximadamente 30 minutos hasta que se pueda ver el fondo de la olla al pasar la cuchara. Agregar el jugo de limón y continuar cociendo y moviendo hasta que se torne un poco traslúcida. Apagar el fuego y reservar.

Para preparar la masa de la rosca; mezclar en un tazón harina, levadura, azúcar, sal y la ralladura de la cáscara de naranja.

Hacer un volcán sobre la mesa con la mezcla de ingredientes secos. Agregar en el centro la leche, esencia de vainilla, jugo de naranja y los huevos uno a uno. Mezclar con las yemas de los dedos hasta integrar.

Agregar la mantequilla cortada en cubos y levemente suavizada y continuar amasando hasta obtener una masa uniforme, tersa y elástica que se despegue fácilmente de la mesa. Solamente si después de amasar 40 minutos sigue pegajosa, agregar un poco de harina. Si se le añade harina de más, el pan queda duro.

Engrasar un tazón con un poquito de aceite y meter la masa dentro. Cubrir con un trapo húmedo y dejar reposar en un lugar cálido, durante 90 minutos o hasta que doble su tamaño.

Parar preparar el relleno; batir el queso crema con el azúcar glass hasta integrar. Reservar.

Para armar la rosca; amasar la masa sobre una superficie plana enharinada, extender con el rodillo para darle forma de rectángulo largo. Untar con la mezcla de queso crema, esparcir encima la mermelada y espolvorear la nuez picada. Enrollar hasta que parezca un tronco. Cortar por la mitad a lo largo, trenzar las dos mitades y enrollar la trenza en forma de rosca.

Colocar la rosca sobre una charola para horno cubierta con mat de silicón. Meter por debajo de la masa los muñequitos. Tapar con un trapo húmedo y dejar reposar durante 30 a 60 minutos hasta que doble su tamaño.

Barnizar la rosca con yema de huevo batida con leche. Precalentar el horno a 300 ° F (150 ° C) y hornear la rosca durante 25 a 40 minutos o hasta que se vea dorada. Servir en rebanadas.